Ayer me levanté inspirada y dispuesta a terminar el día con un roscón de reyes en la mesa. Y lo hice... comencé a las 9 de la mañana y no acabé hasta las 12 de la noche!! Finalmente... el resultado quizás no fue exactamente el que esperaba... pero creo que el problema ha sido que no rellené el roscón con nada; ni nata, ni crema pastelera... y de por sí, el roscón es un dulce, para mi gusto, algo soso.
Bueno, como era una prueba, por si me animo a hacerlo para el día de reyes... la próxima vez haré crema pastelera o montaré nata y lo rellenaré que, seguro, está mucho más jugoso.
Comenzamos con el paso a paso, pero, primero, he de deciros que esta receta la copié de una video-receta de youtube de MCDEWEBOSFRITOS, aunque modifiqué las cantidades a la mitad, ya que en la video-receta salían dos roscones, y yo con una ya tengo, jiji.
INGREDIENTES:
MASA MADRE
35 gr. de leche tibia
5 gr. de levadura fresca (prensada)
1 cucharadita de azúcar
65 gr. de harina de fuerza
MASA PRINCIPAL
30 gr. de leche tibia
35 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
10 gr. de levadura fresca
15 gr. de agua de azahar
225 gr. de harina de fuerza
1 pellizco de sal
60 gr. de azúcar glasé mezclada con la ralladura de 1/2 limón y 1/2 naranja
DECORACIÓN
Azúcar con un chorrito de anís
Almendra fileteada y a cuadraditos
Fruta confitada (si os gusta)
Huevo batido con leche
PASO A PASO:
Comenzamos haciendo la masa madre. Disolvemos la levadura en la leche, y lo añadimos a la harina y la cucharadita de azúcar. Lo mezclamos todo hasta que quede más o menos homogéneo y hacemos una bola. Colocamos la bola dentro de un bol con agua tibia y lo dejamos reposar hasta que la bola flote (aproximadamente 10 minutos). Mientras continuamos para preparar la otra masa a la que más tarde, incorporaremos esa bola de masa madre que acabamos de hacer.
Lo mezclamos todo muy bien con una cuchara de madera o con las manos, como nos sea más cómodo. Una vez tenemos todos los ingredientes bien unidos, espolvoreamos un poco de harina en el mármol y seguimos amasando hasta lograr una textura que no se pegue en las manos y que sea manejable. La textura queda más o menos como la de la foto siguiente.
Una vez pasado este tiempo, debería de haber duplicado (como mínimo) su tamaño.
Sacamos la bola y la dejamos reposar 5 minutos. Pasado este tiempo, la amasamos un poquito, simplemente para alisarla un poco más y le hacemos la forma de roscón. Yo le hice un agujero con los dedos en el centro, y poco a poco iba agrandándolo metiendo las manos y dándole vueltas para que el propio peso de la masa, agrande el agujero. Otro método es, hacer una especie de "churro" y unir los extremos hasta formar el roscón.
Colocamos el rosco en una bandeja de horno con papel de hornear y colocamos en el centro algo cilíndrico, que mantenga el agujero abierto. Yo no tenía nada que fuese apto para horno, así que uní dos cazuelitas de barro con papel de aluminio, e hizo la vez, jijiji.
Lo dejamos tapado con un trapo limpio de algodón unas dos horas (en mi caso casi tres). Pasado este tiempo, debería haber duplicado su tamaño.
Para la decoración, primero pincelamos la masa con el huevo batido, Ojo!! hacerlo con mucho cuidado ya que la masa apenas debe de tocarse o se desinflará. Luego colocamos la fruta confitada. En mi casa no nos gusta, por lo que sólo he puesto 4 cereza, el resto lo decoré con almendra fileteada y a cuadraditos. Luego le añado el azúcar a la que le he agregado unas gotas de anís logrando esta textura un tanto granulada y... al horno.
Con el horno precalentado a 200º, calor arriba y abajo, colocamos la bandeja en la parte inferior. Pasados 10 minutos, bajamos a 180º y dejamos 10 minutos más, con cuidado de que no se nos queme. En total son 20 minutos, pero todo dependerá del horno. Y aquí está el resultado.
Ahora sólo falta rellenarlo con lo que más os guste, o simplemente así. (A mi me gusta más con relleno, jiji)
A disfrutar!!!
